Siento, luego existo: un manifiesto de PERREODISMO
Un ritual de periodismo performático que rompe dogmas y celebra la crítica y la ironía en vivo. Lee más en El Boletín de La Liga.
Por Pere Ortín*
Esta semana en México estrenamos PERREODISMO, un experimento de periodismo performático que hemos creado juntos, Florencia González-Guerra y Pere Ortín, como una ceremonia laica y hedonista. La presentación se realizó en el marco del Festival Latam 2024 Factual/Distintas Latitudes. Nuestro objetivo es pensar y divertirnos con los periodismos del hoy, del aquí y del ahora, desafiando dogmas oxidados que ya no conectan con casi nadie.
PERREODISMO busca ir más allá de las palabras grandilocuentes y las imágenes vacías que solo sirven como reclamos publicitarios; más allá de esos medios conservadores y de periodistas que actúan como guardianes de ortodoxias pasadas; más allá de “innovaciones” atrapadas en tecnología y plataformas comerciales que pretenden ser redes sociales.
En nuestra ceremonia, Florencia, representando el periodismo más coolture, y Pere, el periodismo más DaDá, conversamos, pinchamos música y proyectamos imágenes en vivo. Nos movemos en un espacio de periodismo performativo, hedonista y ético, donde dos generaciones de periodistas reflexionamos en directo, con ironía y sin lamentos, sobre los desafíos que enfrentan los periodismos diversos hoy.
Llevo ya más de un año pensando en esta idea. En la primavera de este año, en España, empecé a plantearme el diálogo entre dos generaciones de periodistas. Quería explorar el significado de nuestro oficio, los muchos problemas que enfrentamos y cómo reflexionar sobre ellos desde una ironía que también se asocie a lo que llamo un hedonismo ético. Esta propuesta nace, en parte, de una reflexión compartida con muchos colegas: estamos cansados de una queja perpetua que parece dominar al periodismo, de ese enfoque en lo que falta sin cuestionar los porqués. Los hechos y la razón, las bases de un positivismo naif que ha gobernado nuestro trabajo durante décadas, no parecen suficientes para generar impacto real. Este enfoque parece en crisis, y frente a esa realidad, veo al menos dos caminos: la quejadera o la gozadera. Yo elegí la gozadera, y PERREODISMO es mi manera de llevar al escenario ese pensamiento crítico acumulado, con una pieza que mezcla lo teatral y lo performativo.
Compartimos fracasos y éxitos, y lo hacemos con diversión, sentimientos, ideas, miedos, tristezas y también muchas alegrías. Para crear una pieza que explorara realmente las posibilidades de ese diálogo, invité a Florencia a colaborar conmigo. Me interesaba construir una conversación intergeneracional, algo que se hace menos que lo intercultural, y en eso radica una de las grandes fuerzas de PERREODISMO. En un contexto de incertidumbre, con prestaciones laborales precarias y audiencias saturadas de información, sabemos que los periodistas enfrentamos una crisis sistémica: ¿cómo seguimos siendo relevantes?
Sin dogmas, promesas vacías ni quejadera, PERREODISMO es una invitación a reírnos de nuestra situación. Florencia y yo, desde perspectivas distintas, reflexionamos, ironizamos y criticamos sin tapujos el modelo convencional, ese que se basa en el triángulo disfuncional de la noticia, la información y la actualidad. Los hechos son necesarios, pero insuficientes para entender las razones y los sentimientos humanos, y siento que el periodismo, tal como lo plantea el estilo anglosajón, no logra conectar con los sentimientos de los ciudadanos. Para mí, hay en el fondo una crítica profunda a la modernidad y a su lema de “pienso, luego existo”; prefiero decir, sencillamente, “siento, luego existo.” PERREODISMO es una invitación a bailar y reírnos de nuestra realidad. No queremos convertirnos en noticia, pero sí en críticos irónicos de nuestro propio entorno, para reimaginarlo y repensarlo.
PERREODISMO es música y audiovisuales en vivo, un acto único donde el periodismo se celebra, se cuestiona y, sobre todo, se reimagina.
*Periodista, perreodista y pereodista
Martes de volver a la realidad
Volvimos a la realidad después de dos festivos seguidos, pero ¿qué mejor que ocupar diez minutos de la mañana de este martes informándote y leyendo periodismo independiente?
Te dejo esta semana recomendaciones de un podcast, una nota y un reportaje sobre temas que han estado en la mira estas semanas: cambio climático, seguridad alimentaria y corrupción en el fútbol. Tú decides si le echas un ojo a todo o si sólo al que más te interese.
Hablemos de corrupción y fútbol
Como dirían por ahí: se juntó el ganado. O sea se juntaron Consejo de Redacción (CdR), Alejandro Pino, de Publimetro y Laila Abu Shihab, de Vorágine, para hablar sobre fútbol y corrupción en el nuevo podcast de CdR, La Pista, en el que invitan a periodistas de investigación a hablar de su trabajo y metodología.
Acaban de lanzar su segundo episodio. ¡Ve a escucharlo!
¿Tú tomas Yogo-yogo?
Lamento arruinártelo, pero en este reportaje de Vorágine cuentan que aunque parece un yogurt y lo venden como nutritivo, el Yogo-yogo es un alimento no saludable que contribuye a la obesidad infantil.
Lee más si quieres saber cómo la sociedad civil ha iniciado el camino para regular los entornos escolares y el marketing dirigido a menores de edad.
No es Valencia, es Colombia
En las últimas semanas hemos sabido de lo que la DANA ha destruido en su paso por Valencia en España, pero no podemos olvidar que el cambio climático también nos afecta en Colombia. Según esta nota de Tüü Pütchika, la tormenta Rafael y las lluvias que siguen cayendo en La Guajira, han dejado hasta 192.465 personas y 38.493 familias afectadas por el invierno.
Ama! Con Fátima Vélez
Escritora, poeta, mamá, profesora y estudiante. Este fue el penúltimo Privadito, donde Fátima compartió su perspectiva única sobre el lenguaje y el amor. Le preocupa la forma en que se cuentan las historias y le presta una atención minuciosa al lenguaje, viéndolo como un acto de amor: una forma de decir ciertas cosas de cierta manera.
El lenguaje es una manera de dar sentido o desconfigurar lo que damos por hecho.
Se puede amar para escribir (el amor romántico como fuente infinita de historias y contenidos) y se puede escribir para amar: para cambiar la actitud hacia las cosas cotidianas. No desde el amor sacrificial, sino para darles a esos actos características de maravilla y asombro, a las cosas que preferimos no hacer.
La escritura como manera de preferir hacerlas cosas y poder, tal vez, volverlas escritura. Prestar atención y darle una forma estética a esa atención.
Escribir para conocerse a una misma. Llevar diarios, registros, contar detalles, buscar patrones, contarlos.
Hurgar, hacerse preguntas, huir de la superficialidad de las redes.
Aprender de los poderes de les poetas para crear efectos (impresiones): prestar atención al lenguaje, a la forma, usar la imaginación.
Escuchar para escribir.
Los feminismos son herramienta para desestructurar.
El poliamor es una manera de distribuir el amor entre los afectos, que no necesariamente sean relaciones amorosas, románticas, sino por ejemplo, con las amigas.
Transmitir la fuerza de la vida a partir de la poesía.