97 | Sobre Miguel Uribe y la violencia en el suroccidente
Atentado a Uribe, 25 ataques en el suroccidente y un país lleno de hipótesis sin pruebas. Invitamos a Juanita Vélez, que conoce a fondo a las disidencias, para entender qué sabe, y que no.

La cara de un joven de Ibagué que no es la del sicario: 11 millones de reproducciones en Tik Tok.
La foto de una edil del Centro Democrático que no es la mujer a la que las redes acusaron de ser cómplice y que por iniciativa propia acudió a la Fiscalía a declarar no tener ninguna relación con el atentado: 8.3K likes, 4.3K rts en X.
Capturas de pantalla de un chat que supuestamente encontraron en el celular del sicario planeando todo, pero en realidad es sobre otro caso en Medellín: “noticia” en Caracol Radio, El Tiempo y Noticias Caracol.
Todas muestras de lo mismo: en el atentado contra el senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, la desinformación ha tenido más volúmen que los hechos.
Es un afán por ser el primero en decir “aparecieron las llaves”. Un afán que se comprueba en el mercado de hipótesis que se cotizan al alza en redes justo cuando se calienta la campaña presidencial de 2026.
“No tengo cómo comprobar la información que me dieron, pero mi obligación con el país es darla a conocer.” Eso fue lo que dijo la candidata de la derecha Vicky Dávila refiriéndose al trino que publicó dos días después del atentado en el que señaló —sin pruebas— a Iván Mordisco, jefe de la disidencia de las FARC-EP conocida como Estado Mayor Central (EMC), de ordenar el atentado. Un par de días más tarde el EMC sacó un comunicado negando haber planificado, ordenado o ejecutado el atentado. Este comunicado, sin embargo, no debería ser suficiente para descartar su participación.
Apenas un par de horas después de que Dávila lanzará su trino, otro precandidato propuso —también sin pruebas— su propia contrahipótesis: “He recibido información confidencial que indicaría que el Clan del Golfo y un grupo de extrema derecha con vínculos internacionales estaría detrás del ataque y busca desestabilizar al gobierno y facilitar el camino a la candidatura de Vicky Dávila” dijo el exalcalde de Medellín y candidato de izquierda, Daniel Quintero.
El presidente tampoco se quedó atrás. Saltándose a la Fiscalía —que hasta ahora apunta como culpables a una red de sicarios— el presidente Gustavo Petro sacó su propia hipótesis. Según él, el atentado es parte de un plan más grande. Un plan en el que una “junta internacional del narcotráfico” en la que “están articulados” (no dice cómo) el Clan del Golfo y Mordisco, quieren matarlo también a él. La Fiscalía dijo a El País América que no tiene evidencias de esa “junta internacional”.
Mientras, en el caso del atentado contra Uribe Turbay seguimos sin tener casi nada claro, en los atentados que vivió el Pacífico el martes 10 de junio hay más luces.
Fueron en total 25 ataques en un solo día en once municipios del Cauca y tres del Valle del Cauca. Según datos de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, estos ataques provocaron la muerte de seis civiles, dos policías y por lo menos 83 heridos, entre ellos tres niños. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, dijo que el grupo Jaime Martínez, que hace parte del Bloque Occidental del EMC al mando de Mordisco, era el responsable. De hecho, este viernes 13 de junio el mismo EMC sacó un video en el que acepta su autoría en estos hechos del suroccidente y da su “parte de guerra”.
Cuatro días antes de los atentados, la Jaime Martínez envió un comunicado a la población de Buenaventura —donde luego estallaron un explosivo contra un CAI. En el comunicado acusó a las bandas de los Shotas y los Espartanos de actuar “en complicidad” con la Policía, la Armada y “políticos y comerciantes inescrupulosos”. También pidió a los civiles “abstenerse a pernoctar en puestos policiales y bases militares o cerca de ellos para evitar salir afectados”. Esas recomendaciones remiten a un documento del EMC, publicado el 17 de abril —plena Semana Santa—, el mismo día en que corrió el rumor falso de que Mordisco había muerto en un operativo militar.
Esas mismas “recomendaciones”, que parecen más un manual de advertencia sobre cómo debe actuar la población civil ante futuros ataques contra la fuerza pública, fueron republicadas por todo el EMC el mismo día de los eventos en el Pacífico, solo que le agregaron dos puntos más: uno que pide que se evite moverse en carreteras, y otro advirtiendo no acercarse si ven un carro con explosivos o miembros del grupo manipulando drones. La Jaime Martínez también tiene injerencia y capacidad logística en Jamundí, Suárez, Buenos Aires y Santander de Quilichao, todos municipios que sufrieron ataques esta semana.
La evidencia apunta a que otras unidades del Bloque Occidental también participaron. En Cali —donde hubo tres explosiones en el barrio Meléndez, al sur de la ciudad, y en los barrios Manuela Beltrán y Los Mangos, en el oriente— opera el Frente Urbano Manuel Cepeda, que hace parte de ese bloque. En Corinto, Caloto y Toribío, donde también se registraron ataques, tiene injerencia la Dagoberto Ramos. En Caloto y Toribío también actúa el Frente 57, una disidencia del Urías Rondón, que igualmente pertenece al Bloque Occidental. Este grupo acusó a la Dagoberto de usar sus brazaletes para adjudicarles el ataque. En Tuluá también hostigaron una subestación de la Policía; allí tiene presencia el Frente Adán Izquierdo, que forma parte del Bloque Central.
Lo que pasó esta semana en el suroccidente es una muestra de poder de ese grupo armado al Gobierno. Y ocurre justo cuando se alinean tres factores: el aniversario de la muerte de alias Mayimbú, hace tres años —uno de los líderes “fundadores” del Comando Coordinador de Occidente, un grupo armado que nació en enero de 2020 en esta región y es la semilla de ese bloque—; la visita de Petro a Cali, el miércoles; y, por último, la arremetida militar contra el EMC, que en los últimos meses ha dejado al menos 12 de sus hombres muertos entre Guaviare y Caquetá, a manos del Ejército. Hasta ahora habían respondido con un explosivo fallido en Miraflores, Guaviare, donde en medio de sus disputas con sus antiguos aliados de la disidencia de “Calarcá”, anunciaron un toque de queda en una vía conocida como Guacamayas en ese mismo departamento. Todo esto ha llevado a que el Ejército anunciara un aumento del pie de fuerza en ese departamento. Por eso, puede que estos ataques en el suroccidente también busquen desviar la atención de la Fuerza Pública hacia esa zona. Sobre todo porque en los últimos meses el Bloque Amazonas del EMC, que opera en el sur del país, ha estado recibiendo apoyo del Occidental para su confrontación con “Calarcá”. Esto mostraría que los del Occidente tienen más capacidad militar.
No sabemos todavía si más allá de la coincidencia de fechas, el atentado contra Miguel Uribe esté relacionado con lo que pasó en el suroccidente. Lo que sí sabemos es que sólo la evidencia sólida, y no las hipótesis virales, pueden ayudarnos a entender e informarnos mejor.
Un podcast para entender mejor
Juanita Vélez es una de las periodistas que más ha seguido de cerca la evolución del conflicto armado y las disidencias en Colombia. El año pasado, junto a la fundación CORE, la producción de Akorde Media y el apoyo de La Liga Contra el Silencio, publicó Disidencias por dentro, un podcast que narra, con una reportería profunda y desde las voces de los mismos guerrilleros, la historia no oficial de las disidencias en Colombia. Un mega recomendado para quienes quieran saber mucho más sobre el tema.
Y un evento para hablar de justicia transicional
¿Cómo desenterrar la semilla de la guerra y volverla una de paz?
El Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) propone una revisión urgente y necesaria de las lecciones —y omisiones— del proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Un proceso que, más de una década después, sigue generando preguntas sobre impunidad, reparación, reincidencia y verdad.
A través de voces expertas y críticas, este encuentro busca entender por qué, a pesar de los esfuerzos institucionales, seguimos atrapados en un ciclo de violencia que parece renovarse con cada intento de paz.
🕊️ Participan:
– María Camila Moreno
– Marta Ruiz
– Laura Bonilla
– Santiago Rivas
– Sara Trejos
– María Paula Martínez
📅 Martes 17 de junio
🕔 5:00 p.m.
📍 Calle 71 #11-90, sede de Fescol, Bogotá
Un espacio para pensar, sin clichés, en los pendientes de la paz.