87 | Del amaño de partidos y las apuestas ilegales
Muchos saben lo que está pasando, pero no hay denuncias públicas, ni investigaciones serias ni exposición de nombres. Castiguemos a quienes arreglan partidos. Suspendámoslos. Sancionémoslos.
Por Alejandro Pino Calad, director de Publimetro y del programa Historias Secretas
Las casas de apuestas legales dominan el fútbol: están en las camisetas de los equipos, patrocinan programas de televisión, inundan las redes sociales y hasta le ponen su nombre a las ligas. Son un negocio multimillonario, regulado y registrado ante Coljuegos, que además aporta recursos a la salud pública en contrapresntación por sus efectos nocivos a la ludopatía.
Pero hay otra cara de esta historia: las apuestas ilegales y el amaño de partidos. Un tema del que pocos quieren hablar. Hay pistas, denuncias y sospechas, pero nada pasa.
Recientemente, el técnico Jorge Luis Pinto renunció al Unión Magdalena y habló del tema. Hizo declaraciones que, lamentablemente, pasaron desapercibidas. En una entrevista con Caracol TV, dijo que la mala campaña del Unión Magdalena se debía a las apuestas ilegales:
“Me dolió y me ha dolido ese trasegar de siete partidos sin ganar. (…) Salieron con un chisme o comentario de que pagaban 45 millones de pesos por ocho tiros de esquina y en el partido, a los 15 minutos, iban cinco. Entonces yo me quedo asombrado ante eso, son detalles que me llevan a pensar las cosas y por eso resolví arrancar”.
El Unión Magdalena respondió diciendo que el técnico se fue “por su bajo rendimiento deportivo al frente del equipo”. Aseguraron que él nunca les manifestó nada sobre presuntas apuestas ilegales y lo acusaron de querer “exculparse de su mala campaña aduciendo presuntos amaños de partidos sin tener las pruebas del caso”.
Pero no se puede ignorar el tema. En ese mismo comunicado, el Unión Magdalena admitió que ha tenido problemas con las apuestas ilegales. Y no es el único. Otros clubes han denunciado casos similares: Patriotas, Jaguares, Envigado, Real Cartagena. Todos han señalado que hay jugadores arreglando partidos. En la Dimayor hay múltiples investigaciones abiertas sobre amaños. ¿Qué ha pasado? Nada.
Todos dicen: “Le presentamos pruebas a la Fiscalía”. Pero en la Fiscalía no hay nada. Entonces, ¿qué está pasando? Si hay denuncias con nombres propios, si hay pruebas, ¿por qué no avanzan las investigaciones?
En la Dimayor, no se habla de Bruno, no, no. A la Dimayor no le gusta que se hable de muchas cosas, y las apuestas ilegales son una de ellas.
Crédito: Alberto Montt.
Pero definamos qué son las apuestas ilegales. En Colombia hay casas de apuestas legales, registradas ante Coljuegos, que pagan impuestos y son vigiladas por las autoridades. Solo en 2023, estas casas de apuestas dejaron 420 000 millones de pesos para la salud pública del país. Por normativa, deben destinar un porcentaje de sus ganancias para mitigar los efectos de la ludopatía.
Yo mismo he trabajado con casas de apuestas legales. He sido imagen de Rushbet, he hecho campañas con Betplay. Me han pagado por eso. Y precisamente por eso, mi responsabilidad es hablar del problema y no quedarme callado.
El problema es que nadie habla de esto. En general, los periodistas deportivos —no solo en Colombia— saben que las casas de apuestas son la principal fuente de ingresos de los medios deportivos. Los invito a mirar cualquier canal de deportes. En Colombia tenemos dos: Win y ESPN. La mayoría de sus anunciantes son casas de apuestas. La industria depende de ellas. Y el miedo a perder patrocinios impide que se hable del problema.
Las casas de apuestas legales, que mueven la industria y que subsisten gracias a la adicción de sus usuarios, deberían ser lo suficientemente serias como para analizar esta situación.
Ahora expliquemos cómo funcionan los amaños de partidos y la diferencia entre amaños y apuestas ilegales. Un partido se puede arreglar en una casa de apuestas legal. Muchas detectan cuando futbolistas manipulan resultados. Lo sé porque me lo han contado, pero no estoy autorizado a dar nombres.
Esta es una historia real.
En los últimos cinco minutos de un partido en Colombia hubo situaciones extrañas: muchos tiros de esquina, muchas amarillas. Un jugador en particular fue el protagonista de todo lo raro. Tuvo que ver en un gol en contra, en un penalti en contra. Todo en cinco minutos.
Diez personas terminaron ganando cerca de 100 millones de pesos en una casa de apuestas legal con esas jugadas. Cuando la casa de apuestas investigó, descubrió que esas diez personas eran de la misma ciudad del equipo en cuestión. Seis de ellas tenían relación familiar con el jugador involucrado. Al final, la casa de apuestas no pagó y reportó el caso a la Dimayor. ¿Y qué hizo la Dimayor? Nada.
Esto fue un caso pequeño, que se pudo detectar. Pero hay otros que se mueven a través de testaferros.
El problema es que en la Fiscalía, según lo que me han dicho, no pueden demostrar que ese futbolista hizo la falta a propósito para que marcaran un penalti. No pueden probar que pateó el balón cuatro veces afuera para forzar cuatro tiros de esquina en los últimos tres minutos.
Además, las casas de apuestas ilegales no le garantizan nada al apostador. No tienen oficinas en Colombia: son un tiro al aire. Y como son ilegales, no aportan nada a la salud pública ni pagan impuestos.
Coljuegos ha intentado bloquearlas sin éxito. Marco Emilio Hincapié, presidente de Coljuegos, dijo que han identificado cerca de 7.631 sitios web de apuestas ilegales operando en Colombia desde distintos países. Una locura.
Pero hay algo más grave: las apuestas sirven para lavar dinero. Y no olvidemos que Colombia es un país de mafias y narcotráfico.
En Colombia hablamos un montón de los jugadores, señalamos a los árbitros, pero los directivos también arreglan partidos. Y no lo hacen en plataformas online, lo hacen en apuestas clandestinas, en acuerdos entre mafiosos.
El dueño de un equipo X apuesta con el dueño de un equipo Y. Se juegan millones. Los directivos arreglan partidos entre ellos. “Si te gano, me llevo a este jugador”.
Muchos saben lo que está pasando, pero no hay denuncias públicas. Y lo entiendo: en este país, hablar de esto es arriesgarse. Pero no podemos vivir con miedo. No podemos llegar a la violencia. La solución no es callar, es exponer a quienes están dañando el fútbol. Necesitamos investigaciones reales.
Digamos las cosas de frente. Castiguemos a quienes arreglan partidos. Suspendámoslos. Sancionémoslos.
Llevo un año investigando este tema y es difícil porque nadie quiere hablar. Pero hay una verdad innegable: un fútbol mal pago alimenta la corrupción y las apuestas ilegales. Necesitamos un fútbol transparente. Si no agarramos el toro por los cuernos, esto se va a podrir.
Y un fútbol limpio es mejor para todos. Pero parece que, en Colombia, nos gustan las sombras.
Un mundo distinto, pero desde todos los frentes
Por Natalia Márquez, Social Media Jr.
‘Un mundo distinto’ es uno de los lemas del Festival Estéreo Picnic, que se realizó entre el 27 y el 30 de marzo en Bogotá. Es un espacio que va más allá de las lógicas cotidianas de la ciudad y se vuelve un motivo de celebración a la música y las marcas que lo hacen posible. Con una imponente producción, los asistentes viven cada año lo que se ha denominado "los mejores cuatro días del año". Luna, pasante y productora de nuestro podcast Bulla, y yo estuvimos ahí para cubrirlo.
Crédito: Natalia Márquez.
Pero más allá de esta experiencia, existen otros escenarios donde se puede trabajar por ese “mundo distinto”, uno que valore la diversidad en las formas de vida y que se cuestione sobre los mecanismos para alcanzarlo.
A continuación, les comparto un artículo que resalta el valor cultural y la potencia emocional del festival, además de otros dos trabajos que invitan a reflexionar sobre cómo integrar las experiencias diversas a la nuestra, para construir un mundo distinto, más integral.
Para leer cuando se necesita creer en la belleza de la complejidad humana
En este reportaje, Cerosetenta presenta un paisaje del primer día del Festival Estéreo Picnic. No importa si fuiste al festival o no, esta es una invitación a dejarse llevar por la pasión por la música, pero también a reflexionar sobre lo que significa vivir en un mundo que nos hace cuestionar nuestras decisiones y omisiones en el consumo cultural
Para leer cuando se piensa qué sería una cosa si fuera otra
Las comunidades wayúu hicieron una solicitud a la Corte Constitucional para que se les reconozca su sistema de gobierno propio. La autonomía de las comunidades es un aspecto clave para el sostenimiento de un Estado plural y diverso, donde en la apertura a nuevas posibilidades políticas y sociales, nos reconocemos en los demás. Tüü Pütchika habla de esto en esta nota.
Para leer por el día de la visibilización trans
La ola conservadora y antiderechos —cuyo ejemplo más reciente y visible está en las políticas de Donald Trump— tiene como protagonistas en Colombia a grupos que difunden contenidos que desinforman. Ocurre especialmente cada vez que en el Congreso se debaten proyectos de ley que buscan proteger los derechos de las personas LGBTIQ+, especialmente personas trans. Con Colombiacheck y en alianza con la organización All Out investigamos el tema, analizamos lo que dicen, cómo esparcen sus mensajes y qué hay detrás. Ayer, en el Día de la Visibilización Trans, publicamos un reportaje que pueden ver en nuestra web o ver el contenido relacionado en nuestras redes sociales.
Yo recomiendo… leernos la próxima semana
Por Jeanneth Valdivieso Mancero, coordinadora periodística y editora
Parte del equipo está lejos de Bogotá. Por allá, en diciembre, les habíamos contado que estuvimos en Vichada como parte del proyecto Ruido!, un proyecto liderado por La Liga Contra el Silencio que busca fortalecer el periodismo local en regiones históricamente silenciadas de Colombia. Esta semana estamos en Guainía con esta idea de compartir saberes: nosotrxs llevamos talleres de formación para periodistas y comunidades, capacitamos en habilidades periodísticas, de comunicación, de narrativas y formatos. Del otro lado, en los territorios nos guían con conversaciones, nos cuentan historias, nos muestran lo que los enorgullece, lo que les preocupa, nos explican un mundo que muchas veces puede parecer lejano.
Les contaremos más la próxima semana. Por ahora, una foto.