54 | Don Armando deconstruido
Con su estilo Actualidad Panamericana, nuestros aliados nos muestran por qué Colombia parece condenada a volver al pasado y se ha acostumbrado a repetir y repetir y repetir, y no sólo en la tv.
Volvieron Betty y Pedro el Escamoso, décadas después, envejecidos, con retoques, pero iguales. El regreso de estos queridos personajes refleja la aversión al riesgo de las productoras de televisión y, de cierto modo, es un espejo del miedo al cambio en nuestra sociedad.
Ojo, esto no solo es un rasgo colombiano. En cine, los remakes son una manera de “ir a la fija”, aunque tengamos que ver en su tercera edad a los héroes que nos emocionaron en nuestra juventud. En la “nueva” película de Deadpool con Wolverine, a este último tuvieron que darle complementos alimenticios para evitar que la osteoporosis afectara sus garras de adamantium.
Que veinte años después el segundo país más creativo del mundo no tenga de dónde sacar dos nuevas narrativas con perfil de franja prime es llamativo, sin duda, pero quedarse en este debate impide ver lo verdaderamente preocupante de que el país no pueda romper el loop espacio temporal al que lo condenó —porque tenemos pruebas— la pitonisa y excongresista Regina 11 en un ataque de ira aquel día en el que le rebotaron una cuenta de cobro porque su actividad económica —prestidigitación y cartomancia— no tenía código de la DIAN para poner en su RUT.
Es mucho más grave para la sociedad que el sistema Muisca de la DIAN siga corriendo sobre la misma obsoleta plataforma de cuando estrenaron por primera vez ambas producciones hace 25 años y, más grave, que la compartan con la de los vetustos Kfir.
Crédito: Alberto Montt para el Cómic de La Liga.
Lo de menos son las nuevas aventuras de los mismos Betty y Pedro, insistimos. Grave es que sigan siendo tantos los titulares con el tratamiento “Tío Nacho: antienvejecimiento". Veamos algunos de esos remakes: “Proceso muere en Comisión de Acusación del Congreso”; “Aguacero provocó cierre de la vía al Llano”; “Fuerzas vivas de la nación proponen un gran acuerdo sobre lo fundamental”; “Se inician las conversaciones con el ELN”; “Escándalo de boletería en la Federación de Fútbol” y, el clásico de los clásicos, “Julio Comesaña inicia nueva etapa en el Junior de Barranquilla”.
Y hay más: “Paro de maestros anuncia FECODE”; “Espacio público invadido por mafias”; “Guerra frontal contra el robo de energía en la Costa”; “Recorte a recursos de Colciencias —Minciencia— preocupa a investigadores”; “Cámaras de seguridad de Bogotá están dañadas”, este último siempre emparentado con el eterno: “Escándalo en licitación de cámaras de seguridad. Firma perdedora anuncia demanda”.
Y aunque algunas cosas nunca cambien, fuentes de alta confiabilidad han revelado que los guiones de las nuevas viejas series reflejarán los pasos gigantes que la sociedad ha dado en estos años, para alcanzar a unas nuevas generaciones mucho más sensibles y conscientes. Se especula que doña Nidia no aparecerá en esta temporada de Pedro el Escamoso para no repetir las escenas de feroz acoso sexual de la serie original, mientras que se espera ver en Betty a un Armando deconstruido y curado de su masculinidad frágil.
Yo recomiendo: Un taller para recordar por qué empezamos a escribir
La confesión llegó en la tercera sesión en la que estuve. Luego de una hora de ejercicios y de mucha, mucha escritura, una de las personas del grupo confesó que llevaba mucho tiempo sin poder escribir tanto. Esa persona es una escritora con cuatro libros publicados. Otra persona más, una periodista mexicana, dijo que le pasaba lo mismo: “Llevo demasiado tiempo escribiendo desde una sala de redacción, que no es el mejor lugar para escribir”. Yo, que logré que en la vida me paguen por escribir y que estoy en estas hace ya casi 15 años, entendí a lo que se referían.
En las tres sesiones que llevo de Encuento, el taller de escritura que está dictando Goldy Levy para personas hispanohablantes de cualquier lugar del mundo, he escrito todo lo que no he escrito, y con la fluidez con que no la hacía, en años. El cuaderno que pensé que tendría por varios meses ya va por más de la mitad. Ese es tal vez el problema más feliz de quienes nos gusta escribir: escribir demasiado.
Encuento es un espacio rarísimo. Goldy Levy es periodista, bailarina, poeta, maestra en yoga y fue directora de 070 Podcasts, un proyecto al que hizo llegar a uno de sus mejores momentos. Es justo esta combinación de talentos raros lo que hace de Encuento un lugar tan raro. Goldy, a quien conozco desde hace años y de cuya ñoñez puedo dar fe, le mete el alma a cada sesión, en la que tiene como base la técnica de la escritura libre, para aplicarla a ejercicios que toman principios de la literatura, la filosofía del yoga, la psicología y otras diversas disciplinas.
Y si bien quienes vamos hoy somos sobre todo personas que trabajamos escribiendo, el taller está diseñado para todas las personas. Nadie está obligado a leer lo que escribió y los ejercicios están pensados para personas que pueden tener un proyecto estancado (el caso de varixs de los que estamos ahí) o para quienes quieren empezar a escribir y soltar la mano.
Así que eso, lo súper recomiendo. Son encuentros semanales y tienen varios horarios. Pueden ir un mes completo pero también pueden entrar de manera libre a algunas de las sesiones y ver si es para ustedes.
Para más información, le pueden escribir a Goldy acá o en su Instagram.
Alejandro Gómez Dugand, director de La Liga.
Pensar a Colombia
Hoy te traigo dos entrevistas y un texto que Alejandro, el director, y Jeanneth, la coordinadora editorial, me recomendaron leer y ahora te voy a recomendar yo a ti. Digo que esto es pensar a Colombia porque es notorio el esfuerzo de nuestros medios aliados por explorar y contar las historias desde ángulos diferentes. Me disfruté mucho lo que leí y quedé con ganas de comprar un par de libros y entradas para cine. Y como la gripa horrible que está rondando, espero contagiártelas.
El banano, la multinacional y dos libros sobre una historia que no termina de contarse
Han pasado casi dos meses desde que la Corte Federal del Distrito Sur de la Florida en Estados Unidos determinara que Chiquita Brands financió y apoyó a las Autodefensas Unidas de Colombia, involucradas en el asesinato de ocho personas en la zona bananera del país. A partir de esta coyuntura Cerosetenta pensó en dos libros que abordan el tema de la violencia en zona bananera en dos épocas distintas: la Masacre de las Bananeras y la expansión paramilitar en Colombia.
Aquí puedes conocer las obras que ponen el ojo en esta situación: Hoja bandera, un fotolibro y La buena sombra, una novela gráfica.
Reportero sin rostro
Leí esta entrevista publicada hace diez años en Universo Centro y me encantó. Les cuento de qué va: cuando Fabio Castillo tenía solo veinte años ya tenía un premio Simón Bolívar, una escuela de libertad en el periódico El Siglo y, además, una lucha cara a cara con los narcotraficantes colombianos que enfrentaba a través del periodismo. Esta misión de desenmascarar crímenes que atentaban contra la democracia le resultó a Castillo en tener una vida muy peligrosa.
Léanla y en los comentarios me cuentan qué les parecieron la historia y las últimas respuestas de la entrevista.
‘En Medellín a las mujeres nos han enseñado a complacer. Cuando reclamamos nuestro placer, se nos cuestiona’, Yennifer Uribe
¿Te has preguntado cómo desean las mujeres cercanas a tu entorno? Yennifer Uribe es la directora de la película “La piel en primavera”, y en esta entrevista hecha por Mutante habla del largometraje sobre la historia de Sandra, una guardia de seguridad de un centro comercial, que empieza a permitirse una nueva forma de libertad y el redescubrimiento de su propio erotismo.
La pregunta que deja Mutante sobre esta película ambientada en la Comuna 16 de Medellín es: ¿de qué tendríamos que desprendernos para vivir nuestro propio deseo? Yo aún no la he visto, pero a partir de la entrevista me genera una gran curiosidad ver una peli que tenga a Medellín en un escenario más allá de la violencia. ¿Te suena?
Nicoll Fonseca, gestora de redes.
Para ti, que llegaste hasta acá… un manifiesto poco común (o dos)
Seguirle el ritmo al país —sobre todo al que circula por redes sociales— se ha vuelto una tarea agotadora. Cada semana hay un escándalo distinto que genera un debate intenso y cuando un tema se vuelve noticia a las pocas horas llega otro que lo sepulta. Y a esto se suma la actividad frecuente (y a veces hasta frenética) de Petro en X. Polémica tras polémica.
Las redes sociales se han vuelto un lugar central donde la gente se informa y a la que dedica una buena parte de su atención en el día. El último informe del Instituto Reuters sobre noticias en lo digital dice: “Al examinar las fuentes de noticias a las que el público presta más atención en las plataformas, observamos un foco cada vez mayor en comentaristas partidistas, influencers y jóvenes creadores, especialmente en YouTube y TikTok. No obstante, las marcas tradicionales y los periodistas todavía tienden a desempeñar el papel más destacado en redes como Facebook y X”.
Ahí están las redes sociales concentrando buena parte de las energías del mundo. A veces envidio a quienes no tienen ni necesitan ni les interesa tener una cuenta en alguna red social. Quienes estamos en el mundo periodístico casi que estamos obligados a consultarlas, y en otras profesiones son fundamentales para las ventas y los negocios.
¿Cómo lidiar con las redes? Me hago esa pregunta cada tanto y en esas estaba cuando la semana pasada recibí el “Manifiesto tranqui. Diez principios para usar las redes sin caer en la locura”, creado por Carla Bonomini, una creativa argentina que vive en Berlín, de la que he hablado antes en este boletín, y que trabaja en acompañar a otras personas en su camino de autodescubrimiento creativo.
Creó el Manifiesto tras procesos de revisión constante de su relación con las redes sociales. “Sé que están creadas para ser adictivas y que hacen negocio con nuestra atención, y también sé que gracias a ellas el impacto de mi trabajo es mucho más grande”, escribió en su newsletter. Y desde ese lugar nos propone lo que pongo abajo. Me hizo pensar en cosas; sé que algunos puntos son casi imposibles, dependiendo de los oficios, pero ojalá algo te sirva. El Manifiesto está disponible aquí para descargar en distintos formatos y buena resolución.
Posdata: Y hay otro manifiesto nada que ver con lo anterior, pero que quiero hacer y que surgió tras escuchar las palabras del senador Miguel Uribe en su discurso de réplica al de Petro por el 20 de julio. En medio de varios temas, al final, Uribe le preguntó al Presidente: “Quisiera saber si es verdad lo que dicen en todo el país, que usted se levanta después de las 9 de la mañana”. Su lógica era que “este país salió adelante madrugando a trabajar” y “un país que trabaja así no merece tener un presidente que no lo hace”. Bueno, senador, hay asuntos mucho más importantes y verdaderos problemas que reprocharle a Petro, ¿pero hablar de madrugar? No lo sé; madrugar no tiene que ser para todxs, ni quien no lo hace no merece este país —y no estoy justificando que Petro llegue tarde, muy tarde, a muchas citas—. ¡Ay, la oposición!
Jeanneth Valdivieso Mancero, coordinadora periodística y editora en La Liga.