33 | ¿Y a ti quién te financia?
En esta entrega del boletín hablamos de periodismo y plata. Y del estado. Bueno, y de la necesidad de que el Estado apoye el periodismo.
La pregunta aparece bastante. Aparece, en realidad, todo el tiempo.
Todo el tiempo, en situaciones extrañas, le preguntan a los periodistas quién los financia. Pasó hace pocos días en los micrófonos de Blu Radio, donde la periodista Camila Zuluaga se preguntó si los colegas de Raya, con quienes hemos trabajado en un par de ocasiones en La Liga, tenían financiación “estatal”. Lo hizo mientras hablaban del gran trabajo que han hecho lxs colegxs de Raya a propósito de la Fiscalía. “¿Es nueva?”, preguntó Zuluaga, “¿Cómo se financian?”. El resto de la mesa, que incluye a Ana Cristina Restrepo, presidente del consejo superior de la Flip, googleaba con la fe de evangéligo : No sé lo de la financiación, Veo que el director es Edison Bolaños, No, pero mire, una de las fundadoras es Isabel Caballero que por su familia sí sabe de periodismo. “¿Pero tienen apoyo estatal?”, preguntaba Zuluaga, “¿TIENE APOYO ESTATAL?”. Parecía un meme mal hecho.
La pregunta, sin embargo, deja claro uno de los problemas más jodidos del periodismo en Colombia que, spoiler alert, tiene que ver con lo estatal. Pero voy por partes:
De golpe parece la plata sí les importa I El “¿quien te financia?” es cada vez una herramienta más común para censurar periodistas y desvirtuar su trabajo. Políticos como Bukele y Maria Fernanda Cabal lo hacen todo el tiempo: citan a George Soros, fundador de la Open Society, una de las organizaciones que más apoya al periodismo en el mundo (La Liga incluida), para tratar de insinuar que ese apoyo manipula su línea editorial. Y es raro, porque quienes financiaron al periodismo tradicional durante décadas no eran ningunos santos. El modelo de publicidad de los medios sí que tenía efectos censuradores y de manipulación de la línea editorial. Es algo que tenemos claro quienes trabajamos en medios tradicionales en algún momento: en la primera revista en la que trabajé, hace 16 años, los comités editoriales incluían a una persona de “comercial” que nos decía qué podíamos publicar y que no para no molestar a los anunciantes. Pero eso, entonces, no molestaba. No moletaba si los bancos pagaban las páginas de las noticias financieras o si una empresa de gaseosas financiaba al canal de TV que debe cubrir salud pública. Entonces no se preguntaba quién pagaba a quién.
Buscar plata es un rollo I Luego de la emisión de Blu, Raya explicó su modelo de financiación, y muchos colegas y medios de esta misma alianza mostraron su solidaridad y también hablaron del rebusque al que estamos todxs condenados para poder asegurar la sostenibilidad de nuestros proyectos.
Este trino de nuestro colega Oscar Parra parece un chiste, pero no lo es. Sostener un medio es así: es un vals de actividades extracurriculares, una carrera de obstáculos para presentarse a cuanta convocatoria y proyecto existe, recibir con estoicismo muchos rechazos, dar talleres, vender merch, hacer obras de teatro… Algo que, en efecto, es agotador.
Pero ese ejercicio agotador es también el ADN de los medios a los que se les clava ese apellido extraño de “independientes”. Un rasgo distintivo de estos medios es su modelo de financiación, que se desmarca de los enfoques tradicionales de publicidad y patrocinio corporativo. En su lugar, adoptan modelos mixtos que integran fondos de cooperación internacional, suscripciones y métodos de crowdfunding, permitiendo una mayor independencia editorial.
Y lindo, pero…
El modelo de financiamiento independiente es un privilegio I Y es un privilegio de muy pocos y de unos pocos que, además, nos parecemos demasiado entre nosotrxs. En general, los medios que pueden acceder a fondos internacionales y recibir grants de la cooperación y las filantropías, son medios de las principales ciudades del país (y ya sabemos que cuando decimos “principales ciudades del país” nos referimos a principalmente Bogotá y un par en Medellín, Cali y Barranquilla). Y eso es un problema. Porque para la inmensa mayoría de los periodistas del país —que trabajan desde la precariedad que significa ejercer este oficio en zonas empobrecidas y azotadas por la violencia y la exclusión— es imposible recibir plata de esos fondos. Porque no pueden, porque no tienen ni cuentas bancarias y ni personería jurídica ni experiencia en ejecución de presupuesto ni formación en cómo plantear un proyecto. Y eso es grave. Porque…
Por más de que lo evitemos, hay un periodismo que debe ser subvencionado I Cada vez es más común la idea de que un periodistas es un emprendedor que debe explorar mercados y crear maneras estratégicas de monetizar cada cosa que hace. Y sí, José Luis, que claro que el crowdfunding y las membresías y todas esas estrategias maravillosas han mostrado aquí y allá que pueden funcionar. Y claro, Maria Luisa, que hay que trabajar y moverse y hacer cosas… pero de nuevo, bienaventurades los que pueden y les sale bien. ¿Pero cómo se le puede pedir a un periodistas de la Hormiga, Putumayo, que tenga un plan de membresías digitales? La realidad es que hay un periodismo en Colombia que deberíamos estar subvencionando, que debería poder funcionar por fuera de las lógicas del mercado y el capital.
Porque…
El periodismo, más que una profesión o una industria, es un derecho I Y no solo eso, es además un derecho habilitante de otros derechos. Así: hurts it to who hurts it. Pero hay algo más: y es que un buen tejido de comunicación debe entender como un valor definitivo la diversidad. Colombia NECESITA un periodismo que se parezca menos a quienes vivimos en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla y más a las personas afro, indígenas y campesinas que componen la mayoría de nuestra demografía. Existe una deuda histórica con esas comunidades, invisibilizadas y subrepresentadas en la prensa, a quienes se les ha negado desde siempre la posibilidad de contarse a sí mismas en plataformas menos precarizadas. Y eso, en manos del mercado y el emprederismo, no va a suceder.
Es hora de hablar de la plata del Estado sin tanto miedo I Para un texto que me comisionaron sobre el periodismo y su relación con los Estados y las organizaciones de la sociedad civil conversé con expertxs de Colombia, Brasil y Argentina y todxs estaban de acuerdo en algo: para lograr el fortalecimiento del periodismo comunitario, popular y cívico debe existir un apoyo estatal a través de fondos de fomento concursables. César Paredes, de la Flip, cita un estudio que comparó varios países del mundo y encontró que en aquellos donde hubo apoyo estatal existen menos problemas de desinformación que en los que los medios se dejaron al servicio del mercado. Pero en Colombia —a diferencia de países como Argentina y muchos otros de Europa donde esto ocurre todo el tiempo— hablar de un periodismo subvencionado por el Estado es como hablar de ritos satánicos y se asume, sin mayor espacio a pensar en lo contrario, que un medio con plata estatal necesariamente es un medio gobiernista. Acá, digo, seguimos pensando que Estado —eso que es nuestro como ciudadanos, y que nos pertenece a todxs— y el gobierno son lo mismo. Y claro, José Luís, que hay riesgos inminentes. Y por supuesto, Maria Luisa, que en países como como Colombia tenemos organizaciones estatales corruptas y que los funcionarios de nuestros estados han sido grandes censuradores… pero eso no debe detenernos en la idea de que el periodismo ES👏UN👏DERECHO👏 y que como tal debe ser garantizado por el Estado. Y que hay miles de referentes en el mundo que demuestran que sí puede haber apoyos que garantizan el fortalecimiento de medios menos hegemónicos.
“¿Pero tienen apoyo estatal?”, preguntaba Zuluaga, “¿TIENE APOYO ESTATAL?”. Como si eso desdijera algo sobre el trabajo maravilloso que ya había hecho Raya.
Alejandro Gómez Dugand, director de La Liga
La cuentas claras y el chocolate espeso
Aquí queremos ser lo más sincerxs y transparentes con ustedes, queridxs lectorxs. A los medios independientes en Colombia les ha tocado guerrearla duro para sacar proyectos adelante y seguir contando historias. Muchos desaparecen o dejan de publicar periódicamente debido a la falta de recursos. Esto también es un tipo de silencio contra el que luchamos porque si un medio desaparece, imaginen cuántas historias son las que dejan de contarse.
Sabemos que muchxs de quienes nos leen no son periodistas y tal vez no conozcan cómo se financian los medios en Colombia; otros tal vez sí lo sepan y estén apoyando económicamente proyectos periodísticos. A todxs queremos contarles algunas de las formas de financiamiento de los medios de la alianza y cómo apoyar su trabajo.
Si te interesan las historias sobre salud mental, género, derechos humanos o emergencia climática.
Mutante es más que un medio de comunicación: es un movimiento que cree en el periodismo como detonante de conversación social. Puedes apoyarles través de su programa Mutante+ (aquí). Al comprar la membresía podrás acceder a espacios como “Mutantes en Pijama” en dónde cada quince días, conversarán con personajes influyentes, obviamente en pijama. También podrás asistir al Círculo de la Duda, para hablar sobre una pregunta, acertijo o dilema que elegirán ese día al azar entre opciones que el equipo planteó previamente.
¿Cómo más se financia Mutante?
Se han ganado convocatorias de fondos y realizan trabajos patrocinados. Y hay algo clave: la política de independencia editorial de Mutante establece que sus financiadores no pueden intervenir en los contenidos que publican. Aquí puedes encontrar sus Informes de Transparencia más actuales: este es el primero (2018-2021) y este el segundo (2021-2023).
Si te interesa el periodismo de opinión, el entretenimiento alternativo, las crónicas, la fotografía y las ilustraciones
Universo Centro reúne a los espíritus creativos, es un periódico mensual con distribución gratuita en diversas ciudades, especialmente en Medellín. En este periódico podrás ver temas desde lo cultural hasta lo más cotidiano. Sus ingresos suelen llegar por pauta (los que siempre están son CONFIAR y Comfama, con quienes hacen proyectos culturales) y en ocasiones EPM, Cámara de Comercio de Medellín y algunos restaurantes, librerías y bares.
Universo Centro envía el periódico a otras ciudades, vende libros, camisetas e ilustraciones. Antójate por acá.
Si te interesan los temas de memoria, paz, conflicto, género e inclusión o medio ambiente
Baudó Agencia Pública es un medio independiente de Pereira que hace periodismo que conecta comunidades. Buscan la transformación social a través de una investigación comprometida. Tiene varias formas de financiamiento:
1. Subvenciones y donaciones de organizaciones.
2. Modelo de membresía Navegantes: puedes convertirte en navegante a través de la aplicación de Baudó AP (Google Play) (App store) seleccionando uno de los tres tipos de aporte: el mensual ($15.000), el anual (150.000) o el libre (no tiene ninguna restricción). A cambio recibirás beneficios exclusivos.
3. Dentro de la app de BaudóAP hay una tienda de productos relacionados con la producción editorial de fotolibros, y también hay hoodies, camisetas y tote bags con diseños exclusivos. No es por nada pero todo está divino.
4. Proyectos de formación: el equipo interdisciplinario de Baudó AP está capacitado para ofrecer procesos de formación en periodismo, fotografía y comunicación.
5. Consultorías y servicios a externos: de diseño, narrativas web, producción audiovisual, consultorías en comunicación estratégica y otros.
¿Y ustedes ya están apoyando la posibilidad de escuchar, ver y leer nuevas historias?
Nicoll Fonseca, gestora de redes.
A usted, que llegó hasta acá…
Yo diría: a ti que llegaste hasta acá jejeje… porque usar el usted me cuesta mucho.
Vengo con el anticipo de la historia que publicaremos esta semana cuando se cumple un mes del asesinato del periodista Mardonio Mejía. Así que muy atentxs a nuestras redes. Estuvimos en San Pedro, departamento de Sucre, para conocer la vida y el trabajo de “Mardo”, como lo llamaban. Conducía el único noticiero radial del pueblo y el vacío que deja es enorme. En el reportaje entenderán por qué. Les contaremos las hipótesis que se manejan sobre el crimen y las amenazas que rodean actualmente al periodismo en Sucre.
Hay otro tema que por estos días me tiene pensativa y curiosa: el uso de la inteligencia artificial (IA). Dos boletines atrás, nuestro director Alejandro Gómez Dugand creó la portada del Boletín con IA y un usuario en X nos reclamó por ese uso, recordando el trabajo de ilustradorxs que podrían hacerlo. En realidad, en decenas de publicaciones La Liga ha invitado a muchxs y geniales ilustradorxs a participar en proyectos, entonces, valoramos —y mucho— su talento y trabajo. ¿Cuándo y en qué condiciones se puede/debe usar IA? ¿Qué efectos está provocando? ¿Cómo aprovecharla en el periodismo? ¿Cuáles son los límites? Son preguntas abiertas que están generando importantes reflexiones.
Yo, por mi parte, quería contarles que no salía del asombro por dos contenidos que vi, generados con IA (les dejo más abajo cuáles) cuando apareció el revuelo del lanzamiento de Sora: la nueva herramienta de OpenAI (reseñas interesantes aquí y aquí) que crea videos realistas a partir de texto. Abriendo más y más interrogantes.
Y pensé en los límites y las posibilidades de la IA cuando vi estos dos contenidos, a propósito de San Valentín, que se festejó el miércoles:
La campaña #BesosImposibles de @amnistiaar (Amnistía Internacional AR). Usaron IA para crear una serie de imágenes en lugares icónicos, claramente ficticias, porque en esos países (63) aún hoy se criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo.
La publicación de @losdelvolcan (Prodigioso Volcán). Pidieron a una IA generar imágenes de parejas para celebrar San Valentín y constataron los sesgos que persisten, algo en lo que aún hay mucho por trabajar.
¡Mírenlas1 Y en los comentarios pueden contarnos sus impresiones o cualquier recomendación para pensar las IA.
Jeanneth Valdivieso, editora y coordinadora editorial.