25 | En el fútbol hay mucha mugre y hay que hablarlo
En el fútbol colombiano hay corrupción, misoginia, comportamientos mafiosos, lavado de activos, apuestas ilegales, vetos laborales y muchos más temas que son de interés público.
El fútbol colombiano pasa por días que se podrían llamar "extraños": mientras la selección masculina cabalga invicta en el arranque de las Eliminatorias al Mundial 2026 y la femenina cierra un año histórico en cuanto a resultados, la dirigencia enfrenta diferentes procesos e investigaciones en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) y el Ministerio del Trabajo, el campeonato profesional de hombres avanza bajo la sombra de apuestas ilegales y el de mujeres no tiene nada definido para 2024. Todo mientras la violencia de algunos sectores de varias barras es noticia permanente sin que se tome medida alguna para controlarla.
Sí, parece extraño pero la verdad es que es casi que el estado habitual del fútbol colombiano: el brillo de la bandera en la camiseta de la selección hace que el mugre propio de la organización del Fútbol Profesional Colombiano pase desapercibido.
Lo verdaderamente extraño es que por primera vez en 40 años el gobierno está metiéndose con un sistema poco transparente y que propende a la corrupción.
Desde que el entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla dio la famosa rueda de prensa de octubre de 1983, en la que por primera vez se denunció la relación del narcotráfico con los clubes del fútbol colombiano, ni el desaparecido Coldeportes ni el actual Ministerio del Deporte, los entes que por ley deben inspeccionar, vigilar y controlar a las organizaciones deportivas en el país, han cumplido su función. Por eso, que haya sido la SIC la que abrió esta caja de pandora es tan importante.
La SIC ya demostró que la Federación Colombiana de Fútbol y sus dirigentes organizaron un cartel de reventa de boletería en las Eliminatorias a Rusia 2018, hecho que trajo una sanción administrativa y una multa millonaria, y ahora investiga las denuncias de la agremiación de futbolistas sobre los vetos a los jugadores y la anticompetitividad en cuanto a salarios y campeonato de la jugadoras, quienes reclaman sus derechos laborales (algo denunciado por investigaciones periodísticas ignoradas por años).
A las vez, por fin el Ministerio del Trabajo le paró bolas a esta agremiación, hoy oficialmente un sindicato, y cumpliendo la ley y siguiendo los acuerdos internacionales con la Organización Internacional del Trabajo está tratando de entablar una mesa de negociación de derechos laborales con una dirigencia que, malacostumbrada a que nadie le exija o le diga nada, ha estado totalmente cerrada a negociar.
Crédito: Alberto Montt.
El problema, en general, ha sido ese: la dirigencia rara vez ha sido controlada o fiscalizada, y eso es un llamado de atención y a la autocrítica para el periodismo deportivo nacional. Los años del imperio de capos del narcotráfico y sus testaferros en los principales equipos del país fueron acompañados por el silencio de una generación de periodistas que se acostumbró a ser parte de los beneficios de un sistema financiado con dinero sucio. Acá nos malacostumbramos a que sólo se habla de lo que pasa en la cancha, y la dirigencia se acostumbró a que no se hable de ella, un comportamiento heredado de los mafiosos que la integraron durante años, y que aún tienen presencia, aunque ya no tan pública como en los años ochenta y noventa.
Que dirigentes como Ramón Jesurún tengan que salir a gira de "medios amigos" para tratar de maquillar las denuncias y fallos en su contra es un indicador brutal de esta situación, más cuando las investigaciones han nacido de medios alternativos o de periodistas vetados en esos "grandes medios" precisamente por hacerlas.
En el fútbol colombiano hay corrupción, misoginia, comportamientos mafiosos, lavado de activos, apuestas ilegales, vetos laborales y muchos más temas que son de interés público, aunque en la dirigencia y sus micrófonos amigos digan que es un negocio privado. ¿Dónde están los periodistas listos para hacer ese trabajo de denuncia? Nunca es tarde para dar, por fin, ese paso al frente.
Alejandro Pino Calad, director de Publimetro.
SIUUUUUU: una curaduría futbolera
Ya que nuestro invitado a escribir el editorial es un futbolero apasionado queríamos mantenernos en esa misma línea y compartirles trabajos de medios aliados que le han puesto el ojo a este deporte desde diferentes ángulos que principalmente involucran la corrupción y el machismo.
La pelota sigue en juego
¿Por qué será que a pesar de que sabemos de la corrupción y favoritismos que hay en las ediciones de la Copa del Mundo de fútbol de la FIFA, seguimos emocionadxs con su celebración? A partir de esta pregunta Silvio Bolaño escribió este artículo para Universo Centro y analizó la historia del mundial desde sus orígenes.
Bolaño habla de la polémica Copa del Mundo que se celebró en Catar, un país con un historial de violaciones de los derechos humanos, y por la que la FIFA fue acusada de corrupción y de favorecer a los intereses de los países ricos. A pesar de las críticas, para muchxs es un deporte, para otrxs es una religión o una expresión de la cultura y la política. El texto habla de cómo el sueño de ser campeones del mundo puede llegar a ser una forma de escapar de la realidad y alcanzar la ‘grandeza’.
¿Se sueñan ustedes con ser campeonxs del mundo?
Sin vestuarios, en parques públicos y sin contrato todo el año: así juegan algunas futbolistas profesionales en Colombia
POV: Imaginen que son jugadoras de alto perfil en Colombia y no tienen acceso a las instalaciones y vestuarios adecuados o que programan sus partidos en horarios inconvenientes para que pocas personas puedan ir a verlas. Esta es la realidad del fútbol femenino profesional en Colombia.
Existen diferentes problemas, pero entre los principales, el texto de Vorágine escrito por Laila Abu Shihab cuenta que, como la liga femenina dura sólo cuatro meses, las jugadoras acuden a buscar otros trabajos para sostenerse los meses restantes y esto disminuye las posibilidades que tienen para dedicarse al deporte. Además, muchas jugadoras no tienen contrato formal y en muchos casos, ganan el salario mínimo.
¿Para cuándo las garantías?
Las futbolistas son rebeldía
El libro "A las patadas: historias del fútbol practicado por mujeres en Colombia desde 1949", de la historiadora Gabriela Ardila Biela, cuenta la historia de las mujeres que han jugado fútbol en Colombia a lo largo del siglo XX y XXI. En este capítulo de Womansplaining, un podcast de Cerosetenta, Claudia Bautista guía una conversación sobre cómo las jugadoras de fútbol en Colombia han tenido que organizar sus propias ligas y campeonatos ya que no se les han garantizado espacios seguros en donde se hagan efectivos sus derechos.
En la entrevista, Ardila Biela explica que el fútbol femenino ha percibido como una amenaza al orden patriarcal y critica a la FIFA por su trato a las futbolistas. Según la historiadora, la FIFA ha mercantilizado el fútbol femenino y ha tratado a las jugadoras como una mercancía. El fútbol masculino, mientras tanto, se percibe como ‘el verdadero fútbol’.
¿Ustedes cómo la ven?
Nicoll Fonseca, gestora de redes.
Yo recomiendo
Y, finalmente, les traemos una serie en video y podcast en el que se abordan las muchas veces oscuras relaciones entre el deporte, la política, la economía y la sociedad: Historias Secretas. Conducidos por Alejandro Pino Calad, nuestro invitado a escribir el editorial de hoy, los episodios se adentran en historias poco publicitadas en los grandes medios porque topan temas sensibles y muchos intereses en un mundo que pretende venderse como pura alegría y festejo. “Así se roban el fútbol en Colombia”, es el más reciente capítulo de esta serie.
Posdata
Nuestros aliados de Universo Centro están cumpliendo 15 años 🥳🥳🥳 ¡Felicitaciones y larga vida a ustedes! En sus redes sociales nos preguntan: ¿Para qué le ha servido Universo Centro en estos años? Lxs invitamos a dejar su respuesta y a estar pendientes de lo que se viene.