16 | Tenemos que hablar
"Sentirse culpable si no trabajas todos los días 14 o 15 horas seguidas; o ser criticado si no estás pendiente todo el tiempo de lo que se dice en las redes o si les pones límites a los jefes (...)"
Hace unas semanas recibí una invitación para participar de una conversación sobre la salud mental de los periodistas y me llevé una sorpresa: a la cita llegamos casi quince mujeres y solo dos hombres.
La reunión fue iniciativa de Mar Cabra, una de las cofundadoras de The Self Investigation, y la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). Mar es una periodista española de admirar, con todas las letras y en mayúsculas. En el pico de su carrera, cuando recién había ganado un Pullitzer por la investigación de los Panama Papers (que ayudó a coordinar como editora de datos del ICIJ), el premio soñado, la cumbre perfecta, frenó en seco para darse cuenta de que estaba reventada, quemada hasta los tuétanos. No pudo celebrar como se supone que se celebra una noticia de esas porque no era feliz, la vida se le estaba escurriendo en una vorágine de cansancio, estrés, amargura.
Esa fue la semilla de su renuncia al periodismo. (Y no, no está bien decir que si alguien renuncia al periodismo es porque no era lo suficientemente apasionado o porque no era su vocación o porque le faltó ser fuerte. Al menos yo estoy cansada de esos comentarios. ¿Por qué no es válido decirle adiós a algo que nos dio todo pero ya no nos llena?). También fue la semilla de su interés por dejar de investigar hacia afuera -la corrupción, los abusos de poder- y comenzar a investigar hacia adentro.
En 2020, Mar Cabra y otras dos mujeres (Kim Brice y Aldara Martitegui) crearon The Self-Investigation, una organización “que promueve una cultura laboral saludable en las industrias del periodismo y la comunicación, situando el bienestar y la salud mental como valores estratégicos y fundamentales” dentro de las salas de redacción. La premisa es clara: para hacer buen periodismo se necesitan periodistas que sean sanos, mental y emocionalmente. Entre otros proyectos, The Self-Investigation ofrece un curso virtual, llamado “Cómo ser periodistas saludables en la era de la hiperconexión”, que cada quien puede hacer a su ritmo y que ya han tomado más de 1.000 periodistas en América Latina y España, grupo privilegiado en el que me incluyo. Lo bueno es que fue diseñado por periodistas, no por expertos que pontifican sin conocer de verdad el público al que se dirigen.
Decía que recibí una invitación para hablar de la salud mental de los periodistas. Y pasó que ese día confirmé que no no no, en nuestro gremio sigue siendo un tema del que mejor no se habla en voz alta, como no se habla de Bruno en Encanto, la película. Confirmé que a los hombres les cuesta mucho más poner el tema sobre la mesa que a las mujeres. Que lo que predomina hoy, en medios gigantes y también pequeños, es sentirse culpable si no trabajas todos los días 14 o 15 horas seguidas; o ser criticado si no estás pendiente todo el tiempo de lo que se dice en las redes o si les pones límites a los jefes para que respeten los horarios de trabajo.
La conversación fue tan enriquecedora que dentro de la lista de propuestas concretas que surgieron se habló incluso de la necesidad de que los presupuestos anuales de los medios incluyan un rubro específico para cuidar la salud mental de sus miembros, y de que sus protocolos ofrezcan primeros auxilios psicológicos, entre otras cosas. Acciones todas muy necesarias y plausibles, por supuesto, pero a las que no llegaremos mientras no hablemos abiertamente del tema. Mientras no ampliemos la conversación y hagamos un alto en el camino.
Tenemos que hablar. La vida no puede ser solo el periodismo. Y la primera en ponerlo en práctica debo ser yo misma.
Laila Abu Shihab Vergara, cofundadora y editora general de Vorágine
Oigan… ¿Y la salud mental?
En algún momento pandémico nos llegó a dar la impresión de que la salud mental era un tema importante, que había que prestarle atención y que había que actuar. Se acabó la pandemia y pareciera que todxs se olvidaron del tema trending-apocalíptico-’covidsero’.
En un almuerzo en el que estábamos pensando sobre de qué hablar en esta entrega, alguien del equipo dijo “a la gente se le olvidó que en la pandemia murieron millones de personas” y sí, tocó seguir, pero creo que es momento de volver a hablar de eso y, también, ver desde qué otros frentes se puede pensar este tema. Aquí les dejo algunos trabajos de nuestros medios aliados:
[Suicidio indígena] La misteriosa presencia de los chachakunas en Arara
En la pandemia, mientras que la tasa de suicidios en todo el país se mantuvo en 5 por cada cien mil habitantes, sólo en el departamento de Amazonas la tasa se disparó a 23,6. Este departamento comparte, junto a a Vaupés y Guainía, el índice de suicidio más grande en el país. Además, son los departamentos con mayor población indígena.
En este reportaje de Cerosetenta, expertos aseguran que la situación se le puede atribuir a la destrucción del territorio y sitios sagrados de las comunidades; consumo de drogas y alcohol; y la degradación de las tradiciones indígenas.
La salud mental de los profesores perdió el año
Después de tanto haber hablado de lo difícil que era, tanto para estudiantes como para profesores, enfrentarse a interacciones pedagógicas a través de una pantalla, parece que cuando la pandemia terminó oficialmente, la atención a la salud mental de estudiantes y profesores también.
Esta nota de La Cola de Rata hace una reflexión sobre las exigencias que se les hacen a los profesores para mantener las lógicas del sistema educativo colombiano en un aula que ignora las necesidades de quienes la habitan.
Aislados y temerosos, el futuro de la niñez pospandemia
Asumimos que lxs niñxs que vivieron la pandemia tendrían una transición natural a la presencialidad y… tal vez no. El confinamiento afectó la salud de niñxs y adolescentes e incluso hay expertos que afirman que esa generación puede llegar a ser “más aislada y con menos vínculos”.
En esta historia gráfica Vorágine ilustra lo que fue el caso de millones de personas en el país y hace un análisis del panorama al que se enfrentan lxs niños en la era pospandémica.
Nicoll Fonseca, gestora de audiencias y redes de La Liga
Yo (anti) recomiendo
Y hablando de salud mental, nada peor que las recomendaciones. Nada peor que el “tómese un té para esa ansiedad”, “métale ejercicio a esa depresión”, “haga yoga para ese burnout”: nada peor que alguien que desde la inmensa lejanía de no tener NI IDEA de cómo unx se está sintiendo cree tener la llave mágica para la tranquilidad.
Bueno, pues por eso esta vez no recomiendo, sino que anti recomiendo, dos podcasts y un libro que cuestionan justamente esas ideas cada vez más pre empaquetadas de lo que nos hace bien y de lo que significa el autocuidado. Y spoiler: todo es culpa del capitalismo.
1. Science Versus
Va uno de mis favoritos de los últimos días: Science Vs es un podcast de ciencia presentado por Wendy Zukerman que, capítulo a capítulo, desmitifica creencias populares sobre todos los temas posibles entrevistando investigadores y academicxs, haciendo experimentos propios y confrontando la información con la literatura científica más reciente. Cada capítulo, de hecho, cuenta en promedio con cientos de citas a investigaciones y papers. Suena pesado, pero es todo lo contrario: Zukerman, y su equipo, hacen que todo además sea ligero y divertido.
Esta semana publicaron justo sobre los mitos del autocuidado. ¿Les han dicho que nada mejor que meterse en agua helada para mejorar la salud mental? ¿Les han recomendado llevar un diario para mejorar su estado anímico? ¿Le han dicho vaya, se anime, y hable con extraños que comprobadísimo que eso ayuda con la confianza en unx mismx?
2. The Ezra Klein Show
Este show es otro descubrimiento reciente. The Ezra Klein Show es un podcast del periodista y escritor Ezra Klein, cofundador de Vox Media. Su podcast en el New York Times, ofrece conversaciones con una variedad de expertos y líderes de opinión sobre temas que van desde la política y la economía hasta la cultura y la tecnología.
En este revelador episodio, la Dra. Pooja Lakshmin y la presentadora invitada Tressie McMillan Cottom profundizan en las complejidades del autocuidado y su representación a menudo superficial en la cultura del bienestar actual. La perspectiva de la Dra. Lakshmin sobre el verdadero autocuidado, arraigado en el trabajo interno y el cambio social, ofrece una perspectiva refrescante y poco romanizada. La discusión aborda el agotamiento, las estructuras sociales, el establecimiento de límites y el atractivo del "falso autocuidado". Este episodio no solo desafía las nociones convencionales de autocuidado, sino que también anima a los oyentes a reflexionar sobre sus implicaciones más amplias.
Muy anti recomendados ambos.
Alejandro Gómez Dugand, director de la Liga
Posdata
Bueno, y para descansar la mente de tanta salud mental, les tenemos un plan para la próxima semana. Vuelve Entreviñetas, el festival de cómic e historietas más grande de Latinoamérica. Esta vez se instalan en Odeón, y la programación, que pueden ver acá, está de rechupete.