04 I Casi famosos

"No somos tiernos, ni amables, ni buenos. Somos El enemigo".

En estos días he recordado a William Miller, el reportero adolescente que viaja junto a una banda de rock para escribir una crónica que publicará en la revista Rolling Stone. El protagonista de la película Casi famosos apenas supera la infancia, su voz todavía no cambia del todo; pero ya muestra el descaro, el arrojo y la tozudez que exige nuestro oficio. Los músicos se acostumbran a su presencia y confían en la ternura y la falsa inocuidad del testigo impúber. Pero él mismo, por honestidad profesional, les advierte del riesgo. “Puedo ser muy peligroso para todos ustedes. ¡No soy bueno! Ya deberían saber eso acerca de mí. ¡Soy el enemigo!”, grita. Y ese será su apodo durante el resto de la película: El enemigo. Un buen sinónimo de periodista.

Recordé al joven Miller tras el escándalo de Planeta versus Laura Ardila. Porque este caso confirmó una falla persistente: el poder no termina de asimilar nuestro rol. Por eso cada tanto, en diversos sectores ideológicos, surgen pretensiones que buscan controlar a la prensa con distintas regulaciones o excusas. En esta nueva administración lo hemos visto: campañas impulsadas desde medios vinculados a grandes grupos económicos; pero también desde el mismo gobierno, lideradas por el Presidente y su enorme influencia en Twitter. Ahora Laura es víctima de bodegas que la ponen en riesgo cuando la vinculan con supuestos clanes electorales.

Sí, conocemos los peligros de estas iniciativas: censura, amenazas y erosión de la democracia. En el centro de este escenario palpita lo previsible: quienes censuran van siempre tras el mejor periodismo, en contra de los colegas y medios más incómodos.

Para el periodismo partidista —vaya contradicción— no habrá riesgos: sus respectivos grupos lo protegerán, así como lo han promovido desde cada orilla. Al fin y al cabo los propósitos de esos otros medios no provocan sismos, ni siquiera tambaleos. Por el contrario, fomentan la consolidación de determinados proyectos políticos.

Pero el ejercicio irresponsable sí afecta al periodismo riguroso, porque hace ruido, levanta polvo y puede confundir a la audiencia. Desinforma. La búsqueda de dominio y control traerá desafíos para el periodismo independiente, que no busca la desestabilización per se, pero sí provoca crujidos como un efecto colateral de su ejercicio. Incomoda. Esa capacidad es también nuestro mecanismo de defensa. Lo hemos visto en el caso Ardila: ante la crisis, cundió el pánico. Y luego el ánimo de silenciar. Pero ganó el ruido, aunque las reacciones y apoyos no hubieran logrado semejante alcance sin la colaboración de tantos. Por eso insistimos en la acción colectiva.

Que otros se entretengan durante la función. Que otros, los inocentes, se relajen y disfruten el concierto. Nosotros, los curiosos, los impertinentes, iremos tras bastidores. Y nos colaremos en el camerino para revisar los trapos sucios de la banda. Queremos la verdad sin maquillaje y nos encanta exhibirla. No somos tiernos, ni amables, ni buenos. Somos El enemigo.

Sinar Alvarado, coordinador editorial de La Liga.

Rompiendo promesas, de nuevo

Sé que les hemos dicho durante estas semanas que nuestro boletín va a tener temas menos tristes, menos agobiantes pero, seamos honestxs, pasan cosas tan jodidas que es muy difícil pintar todo color de rosa y pasar por alto muchas realidades. Hoy les traigo tres realidades: una triste que ya pasó y dos más agradables que vienen en las próximas semanas.

“Si los mataron fue porque algo hicieron”, dicen las voces de las autoridades.

No es un secreto que Colombia es un país lleno de violencia, injusticia y abandono estatal. El caso de los doce jóvenes asesinados en el barrio Punta del Este en Buenaventura no es una excepción. Les dijeron que ganarían dinero si ganaban un partido de fútbol y uno a uno se los llevaron en una moto, los asesinaron y los hicieron pasar por delincuentes relacionados con el tráfico de cocaína. 

Esto ocurrió el 19 de abril de 2005 y aún sus madres y la comunidad del barrio Punta del Este exigen justicia y reparación. Puedes ver la multimedia que hizo Baudó AP aquí. 

“En Bogotá no hay nada que hacer” 

Que ustedes no lleguen a esta parte del boletín es otra cosa, porque acá se les tiene el plan (somos chéveres, lean todo, #plis). Si ustedes son vegetarianos, animalistas, taciturn… 💁‍♀️, si les encanta la literatura colombiana, hay que aprovechar que El Malpensante organizó una tertulia con Piedad Bonnett y José Zuleta el lunes 24 de julio en Casa ARK. 

PD: Si no han tenido el placer de leer a Bonnett, les recomiendo empezar con El prestigio de la belleza. Si tienen mommy issues, es para ustedes. 

“Que a mí me gustan otro tipo de planes”

¡Se le tiene! Entre tanta cosa digital y textos ilegibles, rescato el esfuerzo de contar proyectos de investigación en formatos chéveres y ese es el caso de Rutas del Conflicto. La semana pasada montaron un stand up en el Teatro Barajas para contarnos su investigación sobre la presencia de colonias menonitas en el llano colombiano y la relación que esto tiene con la deforestación. También estuvieron en el teatro de la UdeA en Medellín y los acompañó Mongabay. ¿Suena aburrido? Sí, pero LES JURO que la pasé increíble y sentí que había entrenado abdomen de lo mucho que me reí. Buenísimo el plan. 

Después de haberles echado flores con ese proyecto, les voy a recomendar, ahora sí, otro tipo de plan. El 20 de julio, Rutas hará una caminata en Suesca para contarles lo que descubrieron cuando investigaron sobre bonos de carbono en la Amazonía. La invitación es a que apoyen este tipo de iniciativas que buscan que la información llegue a todxs de la mejor manera posible. El periodismo ha comenzado a entender que los textos no siempre son la mejor manera para llegar a ustedes, aprovechémoslo.

Como dirían los Gasca (los del circo al que no conozco a la primera persona que haya ido, pero del que todxs conocemos la propaganda) ¡Después no diiiigas que no te avisaaaamos!

Nicoll Fonseca, gestora de redes. 

Yo recomiendo

La censura ha sido la protagonista de esta semana por la decisión de la editorial Planeta de no publicar el libro “La Costa Nostra” de la periodista Laura Ardila. Estamos hablando de censura fresca, pero hay una larga historia de censura en este país. Miren el video ⬇️ sobre la exposición Breve historia de la censura: dos siglos entre el control y la libertad de expresión en Colombia. Ojalá se antojen y se den una vuelta por la Biblioteca Nacional. Estará abierta hasta la tercera semana de agosto.

Acá entre nos

Esta sección puede sonar a ranchera de Vicente Fernández 🎶, pero en realidad es un espacio para contarles los proyectos y publicaciones que estamos preparando. En unas pocas semanas lanzaremos el especial trasnacional Amazon Underworld,  una investigación conjunta de InfoAmazonia (Brasil), Armando.Info (Venezuela) y nosotros 🥳. Este proyecto es una colaboración con la Red de Investigaciones de la Selva Tropical del Pulitzer Center y está financiado por la Open Society Foundation y la Oficina de Asuntos Exteriores y del Commonwealth del Reino Unido. Muy atentxs a nuestras redes para conocer estas historias sobre las tendencias del crimen organizado regional que amenazan a la Amazonía. Ha sido un trabajo de reportería y de análisis de datos, mapas y documentos de más de un año de 24 periodistas de nueve países.

Bram Ebus, periodista, criminólogo y líder de este proyecto, estuvo la semana pasada presentándolo en Leticia, Amazonas, en la triple frontera (con el Brasil y el Perú amazónicos), donde los presidentes Gustavo Petro y Lula da Silva se reunieron para preparar la Cumbre Amazónica que se realizará en agosto. Bram adelantó ahí, frente a líderes y funcionarios, algunos hallazgos de la investigación que dan un panorama de lo que está ocurriendo en la región y que pueden ayudar a tomar decisiones para enfrentar el crimen organizado que no conoce fronteras. Aquí les compartimos también una de las entrevistas que le hicieron a Bram.

Jeanneth Valdivieso Mancero, editora y periodista.

¿Sigen por acá?

¿Tienen algo que contarnos o preguntarnos? Pueden escribirnos a contacto@ligacontraelsilencio.com. Les prometemos responder pronto. Y ya que llegaron hasta aquí: ¿Nos ayudan a que este Boletín le llegue a más gente o lo recomiendan directamente compartiendo este link? ¡Gracias!